Está claro que nos ofrecen multitud de aspectos positivos, entre ellos, el contacto inmediato con otras personas, poder realizar tareas de manera más rápida e incluso en muchas ocasiones, nos salvan de algún "apurillo". Pero, ¿hasta qué punto las tenemos que hacer imprescindibles?
¿Realmente somos conscientes de lo que estamos inculcando en nuestros hij@s?
Estamos un poco cansadas de ver diariamente situaciones en la que los padres dejan tablets y móviles a sus hij@s con la finalidad que no molesten, no solo en casa sino en parques, transporte público, consulta del médico, o en cualquier otro lugar.
¿Entendéis la gravedad del asunto?
Los niñ@s tienen que jugar, pero no jugar con juegos interactivos, sino jugar como se ha hecho siempre, con juegos tradicionales, juegos en la calle, juegos lúdicos y juegos que ellos mismos se inventan, porque lo único que les puede aportar el juego, al que hacemos referencia, son cosas positivas entre las que destacan el aprendizaje de valores como compartir, el compañerismo, saber ganar pero también perder, ayudar al prójimo, comunicarse, estimular la imaginación, así como habilidades físicas y psíquicas, etc.
Los niños de nuestra sociedad están perdiendo mucho debido a la evolución, cambio o moda en los juegos; no interactúan con la familia (hermanos, primos...) o lo hacen mucho menos, no conocen a otros niñ@s en el parque, hij@s de los vecinos...porque sus juegos no lo demandan, no se mueven. Sus juegos son muuuuuy pasivos.
No debemos fomentar que nuestros peques se encierren en un mundo interactivo en el que valores y habilidades brillan por su ausencia. Seguro que tod@s vosotros recordáis vuestra infancia con mucho anhelo, como algo irrepetible. Todo eso es gracias a momentos y juegos que habéis vivido en compañía de familiares y amigos. No debemos negar a nuestros hij@s la suerte que tuvimos nosotr@s, debemos jugar más con ellos, incitarles a participar en juegos lúdicos y no darles la tablet o el móvil cuando no queremos que molesten, NO, los niños no molestan, son niños y su deber y obligación en estos momentos es JUGAR y APRENDER.
No hagamos que nuestra manera de actuar ahora perjudique el mañana de nuestro hij@s.