Qué hago en el aula, con un alumno con
TDAH y los 30 alumnos restantes? ¿Qué estrategias puedo utilizar?
¡¡Toma nota!!l
1 Lo
primero es que yo como docente, como persona consecuente, tengo que establecer
unos límites y desaprobar aquella conducta que no me parece adecuada en ese
momento. Le exijo como al resto, aunque le doy más tiempo de reacción. Me
dirijo dándole órdenes sencillas y claras, fragmentando las
tareas para que no se pierda y le explico que espero de él en ese momento y qué consecuencias
tendrá.
2 Implantar medidas de
atención individual si lo requiere: ACI o ACIS.
3 Tenemos que crear
entornos estructurados: Lo colocaremos a primera fila, cerca de nuestra mesa y
alrededor de compañeros que le sirvan como ejemplo positivo. Evitar la cercanía
a puertas y ventanas, y de distractores visuales, como pueden ser los cárteles
del aula. En la mesa solo tendrá aquello que realmente le hace falta: libro,
libreta, boli y lápiz. Estableceremos rutinas en el aula y si hay cambios se lo
anticiparemos. Es conveniente que durante el desarrollo de vuestras
explicaciones, en la pizarra mismo, elaboremos un guión sobre los puntos de los
que vais a hablar, porque así el niño tiene estructurada la sesión y si se
pierde, puede reengancharse de nuevo. Debemos fomentar la participación activa
en el aula, no solo por el alumno con TDAH, sino también por el resto, ya que
es una manera de que estén conectados y atentos a la clase. Con el alumno con
TDAH, es conveniente que estéis pendientes de su contacto visual, no hace falta
que interrumpáis la clase, verbalizando que os mire cuando no lo haga, pactar
con el un gesto o una señal, para que sepa que cada vez que se la hacéis es
para retomar de nuevo su atención. Os ayudarán los ejercicios de relajación,
sobretodo en aquellas sesiones en las que el alumno viene de momentos de ocio o
de más actividad. Así que podéis dedicar un par de minutos, a hacer ejercicios
de respiración antes de empezar la clase, para que todos bajen el ritmo.
Es importante que le superviséis la agenda, sobretodo para ver si anota fechas de exámenes o de entregas de trabajo. Podéis asignarle un alumno-tutor, que debe ser cambiante para no agotarlo y debemos valorar su trabajo diario, pues para él cualquier cosa que le alabemos va a ser una motivación y trabajar diariamente para el requiere de mucho más esfuerzo que para el resto de alumnos. Intentar no ponerle más de un control al día, tener en cuenta su falta de planificación, y presentarle el control por partes, dejándole más tiempo para ello si lo necesita. Contemplar la posibilidad de que los controles sean en diferentes formatos al escrito: oral, tipo test..
Podemos poner en
marcha una serie de técnicas que nos pueden ayudar a modificar la conducta
deseada.
En el caso que
queramos incrementar la conducta...
-Refuerzo
positivo, se
trata de alabar e informar al niño de los progresos de su conducta.
-Registros de
conducta, donde previamente marcamos aquellas conductas que vamos a
modificar. Requiere de compromiso, pues el registro debe ser diario para que
surja efecto en el niño. Al finalizar el día, junto a él valoraremos que
conductas se han ido llevando a cabo y cuales no, se puntuará con gomets de
colores, puntos, vales…que al final de la semana serán canjeados por premios,
que habían sido pactados de antemano, estos pueden ser materiales (juguete,
diploma, cromos…), sociales (elogio, sonrisa, informar a los compañeros
de la buena actitud), actividades o situaciones (jugar a un puzle, al pc, salir
al recreo 5 minutos antes…)
-Contrato de consecuencias:
es un documento escrito en el que el profesor y alumno escriben una serie de
comportamientos a los que el alumno se compromete a llevar a cabo a lo largo de
un tiempo determinado. En este documento escrito, anotaremos las consecuencias
que tendrá el alumno si no las cumple.
Si queremos reducir una
conducta:
-La extinción,
que consiste en ignorar el comportamiento no deseado, sin perder la calma y
haciendo ver que nosotros somos quienes manejamos la situación o utilizar el
tiempo fuera, que en el caso de Infantil o primeros cursos de Primaria, es la
silla de pensar: una esquina del aula, donde no haya nada con lo que
entretenerse que permite que el alumno piense sobre su comportamiento y en el
caso de los mayores, salir al pasillo.
Existen otras técnicas cognitivos conductuales,
que ayudan al niño a reflexionar sobre
su comportamiento, podemos utilizar:
-Auto
instrucciones,
se dará al niño instrucciones o pautas muy concretas para que sea capaz de
llevar a cabo la actividad: por ejemlo a realizar un buen resumen: …
- Técnica
de la tortuga:
- Técnica del
semáforo: ayudará al alumno con TDAH a ser consciente de su grado de
activación, que es lo que les lleva a entrar en conflicto o a situaciones que
no son nada agradables. La técnica es simple, se trata de que avisemos al
alumno en qué grado se encuentra, y para ello lo asociaremos a los colores del
semáforo.
ROJO=PARAR.
Alto para y tranquilízate. Piensa antes de actuar
NARANJA= PENSAR en soluciones o alternativas y sus consecuencias
VERDE=
SOLUCIONAR pon en práctica la mejor solución
Para los alumnos más mayores, podemos ser más
discretos y no sacar el material del semáforo. Podemos hablar con ellos un par
de señas que le ayudarán a saber lo que le queremos transmitir.
Como veis son varias las alternativas a
utilizar dentro del aula. Es importante que ayudes al alumno con TDAH y que
entendamos que tiene un trastorno. Recordar que aunque no sea evidente, no sea
algo visible en cuanto a apariencia física, tiene sus dificultades. No es un
alumno, desafiante, maleducado, que nos quiera boicotear las clases...es un
alumno al que debemos ayudar. Atentos a la diversidad de nuestras aulas.
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